Espacios oficiales

Pese a haber vivido gran parte de su vida en Buenos Aires, Julio Ardiles Gray mantuvo siempre un intenso vínculo con Tucumán, provincia que –a la vez– se enorgullecía de ese hijo que había triunfado en la gran ciudad. El reconocimiento fue mutuo, tal como lo prueban tanto los espacios que llevan su nombre como los lugares que ahora tiene por misión conservan sus materiales, generosamente donados por Ana  Ezcurra, viuda del periodista, para que volvieran a donde, tanto él como ella, sentían que debían estar.
ARCHIVO HISTÓRICO DE TUCUMÁN
En junio de 2011, Ana Ezcurra entregó al Archivo Histórico de Tucumán 1548 documentos organizados en 54 sobres que incluyen  artículos publicados en medios tucumanos y nacionales; documentación sobre teatro, papeles de su gestión pública y política y también de su experiencia docente, traducciones y fotografías, entre otra cantidad de valiosos materiales.
ARGENTORES

Argentores tiene a su cargo la representación y administración de la obra teatral de Julio Ardiles Gray (incluido lo que pueda relacionarse con adaptaciones  para cine y televisión). El organismo cuenta con una copia de cada texto, y está en proceso de digitalizarlas.

BIBLIOTECA NACIONAL
La audioteca de la Biblioteca Nacional conserva las cintas originales de más de treinta de las entrevistas que Julio Ardiles Gray realizó a cantantes, deportistas, artistas y diferentes personalidades de la cultura. Esos materiales, ahora digitalizados, son invalorables para recuperan la palabra, la voz y el modo de trabajo del periodista, y así como las historias de vida de sus entrevistados.
ESCUELA N° 319, DE MONTEROS
A lo largo de su vida, Julio Ardiles y Gray tuvo muchos oficios pero, según Ana Ezcurra, su viuda, hiciera lo que hiciera «siempre se había orientado –según él mismo decía‒ a enseñar».

Por eso es un acertado homenaje que la escuela N° 319 de la localidad tucumana de Monteros, donde Julio nació y creció, lleve desde 2013 el nombre de quien trabajó en las aulas durante más de veinte años.

Una resolución ministerial rubricó el gesto que nació por impulso de la maestra Cristina del Valle Mario, primera directora de la institución, y fue reafirmado por la comunidad de docentes, alumnas y alumnos que, entre una terna de nombres, eligió el de Ardiles Gray.

ESPACIO DEL ENTE CULTURAL, DE LA CIUDAD DE TUCUMÁN
La sala vidriada de la sede del Ente Cultural de Tucumán lleva el nombre de Julio Ardiles Gray y allí están exhibidos fotos, documentos y objetos que pertenecieron al escritor. Entre ellos: su credencial de periodista; la vieja máquina Olivetti y el grabador Olympic a casete, que eran sus elementos básicos de trabajo; un ejemplar gastado del Pequeño Larousse; y otro de su amados Hojas de Hierba de Walt Whitman impreso en papel biblia y que había comprado a los 18 años.
MUSEO HISTÓRICO PROVINCIAL
Julio Ardiles Gray fue el impulsor del Consejo de Difusión Cultural que renovó los modos de hacer cultura en la Provincia de Tucumán. Cuando la entidad cumplió diez años de funcionamiento, el ex funcionario recibió una medalla de oro que ahora está guardada en una vitrina del Museo Histórico provincial Nicolás Avellaneda.
SALA DE TEATRO J.A.G
A instancias del actor y arquitecto Ricardo Salim, una de las tres salas de teatro que funcionan dentro del edificio del Círculo de la Prensa lleva el nombre de Julio Ardiles Gray.